jueves, 28 de enero de 2016

Galletas personalizadas

Recorriendo el Barrio Chino (antes de que venga el malón del Año Nuevo Chino) encontré un estampador para galletas. Me encantó. Es diminuto, con lo cual, los que tengan dedos grandes como yo, van a tener que tener paciencia para manipularlo.
 Preparé un café frío y me dispuse a hacer la receta que hago siempre:
 Receta de galletas:

  • 1 taza de harina común (o parte de harina de arroz )
  • 5 cucharadas de azúcar impalpable
  • pizca de sal
  • ralladura de limón, naranja o esencia de vainilla
  • 100 grs de manteca bien fría cortada en cubos (usar cornet para no tocar mucho la manteca y evitar transmitirle el calor de la mano)
  • 1 huevo

Unir todo utilizando el cornet para trocear la manteca. Formar la masa y llevar a la heladera un buen rato para que tome consistencia.
Cortar, colocar en placas, estampar, y hornear a fuego fuerte (depende del horno que tengan, precalentar)
Apenas hasta que estén los bordes dorados.
Retirar con cuidado.
Es muy importante el detalle del tipo de harina que usan: las galletas tienen que salir chatas, para que se vean bien las letras.


Acá les dejo un par de links sobre el tema para encontrar inspiración.
La Receta de la felicidad
Maria Victrix

La loca de los cuadernos

Amo los cuadernos, libretas, anotadores, sobre todo los de hojas lisas porque puedo escribir y dibujar. Tengo muchos, y si me tiento con alguno, lo compro, se que en algún momento lo voy a usar.Creo que son de esos objetos que nunca están demás, siempre son útiles. En ellos anoto de todo, desde recetas (aunque tengo un recetario especial para eso) hasta tips de cocina, manualidades, anécdotas, pensamientos, ideas para el blog, imágenes que se me ocurren, palabras sueltas…Los cuadernos de Caro son geniales, prolijos, muy bien hechos y con unas telas estampadas divinas! Ya soy fan de ellos, los recomiendo. También hay algunos en el Barrio Chino, más sencillos, con menos hojas. No hay que confiar, sobre todo a cierta edad, del “después lo anoto, me voy a acordar”. Suele fallar, hay que tener a mano alguno de éstos y anotarlo de inmediato!
Algunos de mis cuadernos

miércoles, 27 de enero de 2016

Vacaciones: divinos momentos

Después de un año de mucho trabajo y de un fin de año con algunas complicaciones, finalmente llegaron los días de ocio. No hay mayor placer que tener tiempo por delante sin horarios, ni despertadores, ni corridas. Todo el tiempo para una. Pocas ganas de hacer, muchas de tirarme panza arriba a mirar la vida.
Mi ánimo no era el mejor: cortes de luz, calor, cansancio, el denso clima político-social ... Bueno, hice la valija y partimos a nuestra amada playa. Pasamos días tranquilos, el tiempo malo, para que negarlo, poca playa, mucha caminata, lectura, tortas fritas, carioca, ping pong, mateadas y charlas.El ánimo no cambió del todo, pero ya el hecho de estar en un ambiente más natural, lejos de la ruidosa Buenos Aires, es mucho decir.





A nuestro regreso, los gatitos nos demostraron cuanto nos extrañaron.


Entonces pensé que podría hacer para volver a conectarme con aquellas cosas que me dan placer y salir del bajón.Traje unas piedras de la playa, bien chatitas para pintar. Y... manos a la obra!

Parece mágico, pero me sentí mejor. Me arreglé y me fui al Barrio Chino bien tempranito para evitar el calor y la muchedumbre.De paso hablé con mi prima Carol, para desayunar juntas en estos días.

lunes, 4 de enero de 2016

Y pasaron las Fiestas

Rápido, por suerte. Las fiestas ya no son las mismas cuando los niños crecen. En mi familia, queda una niña, mi sobrina Fran, que aún dice creer en Papá Noel (ya está avivada, me parece). De todos modos, las familias tienen que arreglárselas para pasarlas con unos y con otros, así son los tiempos actuales y es un cambio que hay que aceptar. Algún día voy a cumplir mi deseo de alejarme a una isla desierta en esos días de diciembre, para simplemente descansar y estar fuera del torbellino consumista.
Acá en casa, tuvimos una yapa habitual: cortes de luz. Cuatro largos e insoportables días sin luz, algunos de ellos hasta sin agua. Un espanto. Ya se, estoy escuchando voces por ahí que dicen: hay cosas peores. Siempre hay cosas peores, pero les puedo asegurar que, por momentos, mis nervios se salieron de lugar. Esta situación hizo que recibiéramos el 2016 de una forma rara, al mediodía con la familia, a la noche con mi novio y sus hijos (ahí había luz). Diferente, extraño, nuevo. No importa, brindamos igual augurándonos felicidades.
Cuando aún había electricidad, llegué a cocinar pan dulce en mi máquina de pan: una receta de Doña Petrona, que sale perfecta.
Les dejo la receta y una foto.
Ah! También hice las galletas de jengibre que suelo cocinar para esta época, ya se, hacia calor para encender el horno, pero me prepare una rica limonada con jengibre bien helada, y listo.





Pan dulce de Doña Petrona (link de la fuente de la receta)
receta adaptada al horno de pan

Ingredientes:
leche tibia 160ml
extracto de malta 1/2 cdita ( o miel)
1 huevo grande o 2 huevos chicos
agua de azahar 1 cdita
cognac 1 cdita
esencia de vainilla 1 cdita
harina 0000 450g
azucar 75 g / o 1/3 cup
sal 1/2 cdita
levadura fresca 25 g ( desgranada sobre la harina) o 1 sobre de levadura en polvo
manteca 50g
varios:
fruta abrillantada, almendras, nueces para decorar, glase (1 clara + 250 gr de azúcar impalpable + gotitas de limón)
programa 5 / dulce /duracion 2:50 hs
tostado claro
900g


En esta receta escribí "menos jengibre", pero va en gustos. Le agregué a la receta original: clavo de olor, cardamomo, pimienta de Jamaica y nuez moscada.